Reflexioné mucho antes de realizar mi presentación al mundo, con esto que yo llamo «diario espiritual».
Durante muchos años me impuse una rutina más o menos metódica de trabajo y lo aquí presentado, es el reflejo de contactos múltiples con grandes «maestros del arte rosarino», que impulsaron mi inspiración y mi voluntad a seguir incursionando en diferentes disciplinas artísticas.